Fui el primero en apuntarme al viaje, con casi un año de antelación, ir al paraíso a pasar 24 horas diarias durante 12 días en un barco cogiendo varias de las mejores olas del mundo, sin móviles, sin problemas, sólo surfing.
Incluso se habló de tener cuidado en que meses no dejar embarazadas a novias o mujeres para que así no se fastidiara el viaje. Una semana antes de salir todavía no lo tenía claro, acababa de abrir y la responsabilidad me podía.
Fue entonces gracias a dos personas muy importantes para mí, mi madre y mi novia quienes me animaron a marcharme y disfrutar del momento que llevaba preparando un año.